domingo, 20 de abril de 2014

Diario de una adicta a la onicofagia, quiero dejar de morderme las uñas: primera parte

Yo, Asunción Martín, nacida en Barcelona, confieso y expongo a continuación que:

Llevo practicando la onicofagia desde que tenía unos 8 años aproximadamente.

Parece que cuando hablamos de onicofagia estemos confesando un crimen cuando, en realidad, habría que estudiar las causas. Se dice que es una manía que adquirimos de niños o adolescentes, pero que suele disiparse después. ¿Y qué pasa con los que seguimos con ello? Pues recomiendan que nos vea un terapeuta, porque se convierte ya en un trastorno maníaco-compulsivo.


Os voy a hablar de mi caso, como decía antes, me llevo mordiendo las uñas desde bien pequeña, y ahora tengo casi 31 años. He hecho de todo para intentar dejarlo: ponerme esmalte de uñas, un líquido amargo que venden en farmacias, picante, incluso llevé unos meses uñas de porcelana para dejar crecer las mías. Nada, todo fallido.

Hace un par de años, para la boda de una amiga, me hice el firme propósito de dejarme las uñas crecer, a base de mucho esfuerzo lo conseguí, durante unos seis meses (todo un récord), el cómo os lo explicaré en una próxima entrada, pero finalmente recaí en la manía.

Este enero me hice el firme propósito de volver a intentarlo en serio, pero sin un objetivo, sino dejármelas crecer por salud y por estética. Y cuando digo salud me refiero también a la mental. En mi vida, me he mordido las uñas de forma enfermiza por cualquier motivo, frustración, ansiedad, nervios, por hacer algo con las manos, y en casos tan absurdamente tranquilos como estar viendo una película o  leyendo un libro. Como esto es toda una hazaña, os iré contando mi trayectoria y si lo voy consiguiendo, junto con mis pequeños trucos para cómo dejar de morderse las uñas. Así, espero aportar un poco de esperanza a aquellos que estáis en mi misma situación.

Contadme vuestra experiencia, así ayudaremos un poco más a los demás…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

cookie solution