martes, 24 de junio de 2014

¿Quién es Bichito? El erizo de la libertad

La gente suele tener mascotas normalitas, que si un perro, que si un gato, que si un hámster… Pero yo, que tengo una perspectiva distinta de muchas cosas, no podía tener este tipo de mascota así que, cuando vi en su día que los erizos de tierra se podían tener como mascotas (ojo revisar qué especies, algunas son ilegales) me inundó una felicidad y una ansiedad, todo al mismo tiempo, de aquí te espero.


Felicidad por saber que podía tenerlo, y ansiedad porque lo quería ya.
Y mi Bichito es tan mono. Con esa naricita, esos ojillos, esa manera de andar y un culamen que tiene. Además, los erizos no huelen, ni hace ruidos desagradables, o sea que no dan por saco. Qué queréis que os diga, yo hay mascotas que se las regalaría al vecino al segundo día de tenerlas (como los niños malcriados).


Es ya adulto, como podéis comprobar en los siguientes retratos, Jorge dice que es un bichayaco, pero pobrecito, que no. En ocasiones me he visto tentada de llamarlo Bichito Wallace (¡jamás me quitarán la libertaaaaaaaad!). Porque es un trepador, escapista, e infiltrado, nato. Y cuando se tapa con una toalla o una camiseta, encuéntralo si puedes.


Os he puesto algunas fotillos, pero no muchas para no hacerme cansina, espero en un espacio no muy largo de tiempo hacerle un minibook de modelo gracioso y os contaré algunas de sus andanzas…
Espero que os hayan gustado.
¿Y vosotros, alguien tiene un erizo? J




domingo, 1 de junio de 2014

¡Tú no te has comido eso, falsa!

Hace unos días leí en el blog de moda de El Páis S Moda que hay una autora anónima que ha estado dentro del mundo de la moda durante años, y asegura que todas esas fotos con comida hipercalórica, sobre todo de desayuno o merienda, que vemos de blogueras (y algún bloguero) de moda son puro escaparate. El 99% de la comida que sale no se come, pero hacen como si lo hicieran. En su cuenta de Instagram  You did not eat that  muestra una serie de fotos que ponen en evidencia a esta nueva especie urbana.




Como sabéis muchos de vosotros, sobre todo los que andáis por el mundo de los blogs, los que tienen más audiencia reciben ofertas de marcas. Algunas de estas marcas, evidentemente, son de comida, y aquí está el quid de la cuestión: tengo un blog muy seguido, la marca tal de comida me paga por tener su publicidad, o me regala el abono de un año en comidas en su cadena de restauración (yo alucinaría pepinillos si fuera en postres ni te cuento) y, a cambio, me hago una pedazo de foto en primer plano “haciendo ver” que como su comida, y ya está.

Habrá blogueras que realmente se den esos caprichos, claro que sí, pero ¿quién se cree que la mayoría tengan esos cuerpos serranos a base de churros con chocolate? Nadie. Soy una escéptica, yo sólo conozco a mujeres reales a las que les cuesta en mayor o menor medida tener un buen cuerpo, porque si te comes un donut eso sale por algún lado. Sólo unas pocas privilegiadas pueden ingerir esas cosas y seguir manteniendo la línea, y dudo de que se trate de todo el elenco de blogueras de moda.

Es más, me indigna que circulen este tipo de fotos en la red, porque la mayoría de las mujeres tienen que hacer sus sacrificios, mientras que éstas te están diciendo que son así porque se lo dio la naturaleza, y encima te restriegan que se pueden comer lo que les dé la gana y seguir manteniéndose, aaaaandaaaaa vaaaaaaa y ahora me dices que tú sólo bebes dos litros de agua al día, y duermes ocho horas, es que me mondo.

Así que, aplaudo a la persona que está detrás de You did not eat that, por destapar la hipocresía de las blogueras y sus exquisitos bocados. A ver si a más de una le retorna la vergüenza y deja de colgar esas fotos. 

Y acabo reafirmándome: ¡que tú no te has comido eso, falsa!

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