"And the Oscar goes to..."

  Como cada año se acerca otra de esas fechas especiales para marcar en el calendario y no, no es vuestro aniversario cuya fecha olvidas después de taaantos años, sino la ceremonia de los Óscar. Las apuestas van servidas, y deseamos ver a las estrellas de Hollywood desfilar por la alfombra roja, y yo reflexiono: "qué dura es la vida del nominado". Me diréis que estoy loca, pero no, pensadlo fríamente.

   El nominado, para empezar, tiene que estar estupendísimo, y si es mujer la presión ya es brutal, que si peluquería, maquillaje, días antes alimentándote a base de aire para caber en ese vestido monííísimo, pero tan ajustado que si estornudas lo rajas, que si tratamiento para la piel, ojo que hay que quitar esas arruguitas en el escote, o en el tobillo, o en el interior del dedo índice porque, sabes que será así, te van a mirar con lupa hasta lo inimaginable. La gente tiene ansia de ver, saber, hablar y criticar. Y a esas estrellas las alzarán o las destrozarán al día siguiente en todos los medios, y sólo estoy hablando de la apariencia.

   Pasemos al intríngulis de la ceremonia. Ahora con ese vestido estupendo vas y te sientas en la butaca, como si estuvieras cómoda, sin romper el vestido, y en una postura totalmente natural (me viene a la cabeza esa canción de circo que todos tarareamos). Espera, espera que está lo mejor por venir. Cuando anuncian las candidaturas a un premio, esas caras de entusiasmo en un segundo, y al siguiente, como hayan dicho otro nombre que no sea el tuyo, una sonrisa pétrea que ni el bótox es tan eficaz. Porque encima tienes que parecer encantada, ¡acabáramos!

   Así que, yo me imagino a los candidatos tras la ceremonia, sobre todo los que no han sido agraciados con el premio del caballero desnudo, que están hasta los mismísimos de todo el paripé, echándose en la cama, para notar algo cálido, sin presión, con unas sábanas calentitas que les abracen y en la oscuridad del anonimato, intentando dormir para olvidar un mal sueño. ¡Qué duro es estar nominado al Óscar! Yo, por si acaso, no me meto a actriz, no vaya a ser que me nominen.

   ¿Y vosotros qué opináis ahora?

¡Pon un dulce en tu vida!

La vida se ve de otra manera con un cupcake en la mano

En la vida se pueden experimentar todos los sabores pero, está claro que solemos decantarnos por lo dulce o lo salado. Todos los que me conocéis sabéis que no puedo vivir sin dulce, literalmente. Si algún día me lo tuvieran que prohibir...no quiero ni pensarlo, que me dan escalofríos.

Hoy domingo vengo a vosotros con una receta de cupcakes. De vez en cuando me gusta experimentar con ellos, y aquí va una que tuvo bastante éxito.

CUPCAKES DE COLA Y RON DE PIRATAS

Lo que necesitaréis para unos 24 cupcakes:

- 24 moldes blancos de los de Mercadona
- 280 gr. de harina, de preparado para bizcocho de Mercadona
- 1 huevo
- 125 gr. de mantequilla blanda
- 80 gr. de avellanas molidas
- 150 gr. de azúcar moreno
- 100 ml. de leche
- 30 ml de ron (yo le eché un tercio de un botecito de concentrado de ron, que se vende en supermercados)
- 120 ml de cola

Para la cobertura, que será una buttercream:

- 250 gr. de mantequilla sin sal, blanda
- 200 gr. de azúcar glas
- colorante

PREPARACIÓN:

- Precalentar el horno a 180ºC, pon los moldes de papel en un molde para magdalenas o cupcakes.
- Se mezcla por un lado la harina con las avellanas picadas.
- Por otro lado, se bate el huevo con el azúcar moreno. Y se agrega el ron, la leche y la cola, todo poco a poco. Finalmente, se incorpora la mezcla de la harina y las avellanas, y se bate hasta que todo esté bien mezclado. No hace falta batir hasta lo indecible, sólo que todo quede homogéneo.
- Se distribuye la masa en los moldes y al horno, en el nivel medio, durante unos 20 minutos. Los sacáis y los dejáis enfriar.
- Para la cobertura, mezclad poco a poco la mantequilla con el azúcar glas y a batir durante unos cuantos minutos. Tenéis la opción de echarle algún colorante que venden en pastelerías y supermercados, esto a gustos. A mí me gusta experimentar.
Hay que tener paciencia si batís a mano, la buttercream estará cuando notéis que hay un cambio sustancial en la mezcla, al principio queda muy dispersa, cuesta de batir y, de pronto, se vuelve más compacta y más suave, como una crema, éste es el punto.

Ahora a coger la manga pastelera y cubrir los cupcakes. Como toque final yo les puse unos fideos de colores (también del mercadona) Y ¡tachán! Me quedaron estupendos para nuestra presentación en sociedad de Artaliquam #artaliquam. ¿Qué os parece la receta? Experimentadla y me decís.

P.D.: Sólo soy una humilde golosa, nada experta, pero si tenéis cualquier pregunta os intentaré contestar lo más sinceramente posible, intentando aportaros algo bueno je je.

No hijos, mi opción

  Cuando eres pequeña juegas a ser madre, es casi instintivo, ¿de veras? Muchas veces pienso que, es posible, que si no nos dieran muñecas en carritos, no todos desarrollaríamos esa pasión. Imaginemos un mundo en el que tener hijo es una opción y no una obligación a ningún nivel. Los juegos de la infancia serían diferentes. Tal vez las niñas jugaran a otras cosas, y cuando alguna cogiera un bebé de juguete no irían todas a imitarla enseguida.

  Han pasado los años, y cada vez estoy más convencida de que no quiero tener hijos, por varias razones, que no voy a explicar porque "no me da la gana", este post no va de mis razones. Lo escribo porque me parece sorprendente que a día de hoy, en nuestra sociedad, con nuestra cultura y desarrollo, la gente te ponga caras raras cuando dices que no quieres tener hijos. Ésa es una parte de la gente, la otra parte te pone mirada de "eso-dices-ahora-que-eres-joven-pero-ya-cambiarás-de-opinión", porque son incapaces de aceptar tu decisión. ¿Por qué no se puede aceptar la no concepción como una alternativa tan válida a la concepción?

   Claro, puede que se me gire una hormona, y me entren unas ganas terribles de tenerlos. O puede que me  lleguen los 36 o 37, y me venga a la idea de que se me pasa el arroz...casi todo es posible en esta vida, pero puedo deciros que, a día de hoy, no quiero tener hijos. Y que me gustaría que la gente dejara de poner caras y hacer comentarios, porque estamos en el siglo XXI, cambiemos el chip ya: no hijos, mi opción.

El arte de la conducción: la luz indicadora de dirección usualmente llamada intermitente

 Voy conduciendo con mi cochecito por la ciudad, atravieso una avenida con tres carriles, como siempre, circulo por mi derecha para intentar estorbar lo menos posible al prójimo y, de pronto, empiezan a adelantarme coches por la izquierda, y todos ponen los intermitentes en un vals de automóviles cambiando de carril. Siento una felicidad utópica, e incluso oigo de fondo el Danubio Azul de Strauss, pero una voz en mi interior me dice que algo no va bien, no sabría qué, pero es una intuición poderosa. Justo cuando me doy cuenta de esto suena el despertador, todo era un sueño, uno maravilloso.

Sin embargo, vuelvo a la realidad constante y frustrante del tráfico ausente de intermitentes. Me gustaría recordar cómo se utilizan:
"Las luces indicadoras de dirección se utilizarán para indicar desplazamientos laterales, cambios de dirección o sentido, etc.".
O por ejemplo en las glorietas:
"Para abandonar una glorieta,..., el conductor debe situarse generalmente, en el carril derecho. Y debe señalizarse con antelación suficiente"

Me gustaría decir aquí que estoy hasta los ovarios, hablando malamente, de la gente que se pasa por el forro las normas de circulación, y, en especial, ésta. A veces, me frustro tanto, que me dan ganas de llevar un cartel que ponga: "¿sabes que el intermitente también existe?" U otro que diga: "Si usas el intermitente no se te caerán los dedos".

Estoy harta de que haya tanto inútil por omisión en la carretera, ¿tengo que ser adivina cuando alguien cambia de carril, o cuando llega al ceda de la rotonda para saber si la van a continuar o se desvían a la derecha? Ojalá inventaran un sistema que te diera un calambrazo cada vez que el coche detectara una de estas situaciones en las que tienes que poner el intermitente y no lo pones. Así, iría a prendiendo más de un@

Me voy de cena anti-sanvalentín, y que me quiten lo bailao

¡Ooh qué bonito es San Valentín! El día de los enamorados, las implicaciones amorosas, y todo ese glamour que envuelve un día para, sin duda, recordar...

¿Pero qué me estáis contando?¿En serio? Para empezar es precisamente una mala fecha para las personas que, por el motivo que sea, les gustaría celebrarlo y no pueden. Así que, en vez de ser un día cualquiera para esas personas, noooo, es un recordatorio de su tristeza, frustración o cual sea el negativo sentimiento que alberguen. Y ojo, no sólo ese día, sino también los previos (como los partidos de fútbol o el automovilismo), para que a nadie se le pase la fecha: me levanto un bonito 10 de febrero, hace una mañana espléndida, los pajaritos cantan, y en el kiosko de al lado de casa me plantan un corazón enorme colgante, que, como poco, es una horterada, y recuerdo que quedan 4 días para San Valentín, y así, sucesivamente, hasta que pase la fecha ¬¬.

Tema discriminación por otro lado, por qué rayos tengo yo que celebrar San Valentín si no me gusta porque, en mi caso, lo encuentro comercial. ¿No quieres caldo? Pues tres tazas llenas, así que he decidido este año, irme con cuatro amigas de cena anti-sanvalentín. Diréis que estoy amargada, que no tengo quien me diga nada, que qué pena... pues no, tengo pareja, y pensamos exactamente lo mismo, qué cosas ¿verdad?.

Deciros a todos los defensores de este día, si realmente estáis tan enamorados, si realmente queréis darle una "sorpresa" a vuestra pareja, y demostrar vuestro amor por los cuatro costados, entonces escoged cualquier otro día, uno en el que realmente no se lo espere, o lo necesite más porque ha sido un desastre, esos son los pequeños grandes detalles que recordará.

Y por último, para los curiosos, os dejo el enlace a la Wikipedia para que conozcáis un poco más del tema, por eso de que el saber no ocupa lugar San Valentín

Si queréis la taza, pasaos por Art aliquam #artaliquam

HE CAMBIADO

Sí, lo sé, ya no soy el que era, he cambiado. En mi corta etapa pensaba que sería feliz, una alegría continua, hasta que me di cuenta de que debía reflexionar más y no ser tan viva la vida. Así que ahora me he convertido en alguien más maduro, estoy con una chica de 30 años, y todo es diferente.

Firmado, tu blog, ahora también llamado: zapareflexiones.blogspot.com.es

P.D.: lo que no ha cambiado, es que sigo siendo igual de bueno ;)

El inglés de la tele

  Muchos son los profesionales de la lengua que están hartos de oír y ver calamidades en los medios de comunicación. Yo, como defensora a ultranza del uso correcto de la lengua, les apoyo al 100%, y me uno a este grito de reclamo: ¡utilicen bien la lengua!
  Me he decidido hoy a escribir sobre esto porque, como traductora, y simplemente como buena hija de unos padres que la han sabido educar y corregir, me indigno cuando veo, o leo, u oigo barbaridades varias; que van desde los consabidos usos de: "a ver", "haber", o "vaya", "valla", hasta que traspasamos las fronteras y nos encontramos con nuestra querida amiga, la lengua inglesa. Hoy os presento: "cómo pronunciar inglés y meterle un hachazo".
   Estaba yo tan tranquila intentando ver en la televisión un programa decente, cuando de pronto asalta la pantalla un anuncio sobre el conocido programa "Cupcakes maniacs", pero de algo así como unos fascículos para coleccionar. Y ¡oh, horror, pavor! Cuando van a pronunciar estas dos palabras (os transcribo la pronunciación para que quede claro): - Capqueics maaaaaaniacs.
   Silencio del pasmo que me había dado.
   Oía los grillos haciendo cri-cri.
   Y aquí me quedé pensando, ¿por qué pronuncian bien cupcakes? ¿Y maniacs mal? ¿No tienen un corrector? ¿No hay nadie en todo el equipo que les diga que así no se pronuncia maniac? Con la pasta que cuestan los anuncios, lo bien pensados que deben estar, hasta el último detalle, bueno, en este caso no, está claro.
   Todo me lleva a pensar que hay mucha gente a la que le da igual pronunciar bien o mal, utilizar la lengua bien o mal, bahh ¿qué más da? Total si se va a entender. Pero precisamente son los medios los que deberían dar ejemplo, por estar más expuestos. Así que, este es mi reclamo a ellos, por favor, señores de los medios de comunicación, utilicen bien las lenguas, ya que todos les prestamos atención, gracias.

Un blog de cine

Los blogs de cine tienen básicamente una misión: descubrirnos las películas desde el punto de vista de quien las ve. Opino entonces, que para gustos los colores. Y entre tanto color tenemos el blog de mi compañero Jordi Pijoan, esunclassic.blogspot.com.es que nos invita a la reflexión y a compartir nuestras visiones particulares. Os animo a que lo visitéis y comentéis, :)

Algunas creaciones de Art Aliquam www.artaliquam.com

Esta es mi preferida, por el momento...

Y sumi-e,

Art Aliquam

Entre otras cosas os voy a hablar de la nueva aventura que ha iniciado mi chico, Jorge, y en la que yo colaboro como asesora (ya sabéis, aquellos que dicen sí, bueno, no y luego ponen la mano) ja ja ja. Ha montado un e-commerce en el que os va a deleitar con diseños únicos, plasmados en distintos productos, como tazas, sumi-e, y próximamente camisetas.

Os recomiendo que vayáis visitándola asiduamente porque se va actualizando con nuevos diseños. Espero que os guste mucho, mucho, tanto como a mí :)

Para que no perdáis el tiempo aquí os dejo el enlace a la página:
www.artaliquam.com
#artaliquam

Reflexiones de estar por casa

  Cuando abrí el blog sólo lo hice con la intención de ayudar a crear el mito de las "cosas que se tienen que hacer antes de los 30", pero con un toque de humor, un poco de mofa no va mal de vez en cuando.

   Hoy, he decidido hacer algo más por mi blog, que tenerlo aquí solito y abandonado. Así que, desde ahora, escribiré mis reflexiones del día a día, aquellas cosas que te hacen pensar más profundamente en un momento dado. Espero que haya una miscelánea de mis pensamientos, divertidos, serios, profundos, triviales, aquí habrá cabida para todo. Y así lo iréis descubriendo...