¿Cómo puedes echar de menos a una persona que nunca has
conocido? Es lo que me pasa con Audrey Hepburn, a pesar de nunca haberla visto
en directo, la adoro, y la echo de menos, pues es mi icono en muchos sentidos.
Hoy Audrey cumpliría 85 años, y en este post me gustaría explicaros el por qué de que sea mi icono.
Empecemos por la capa de fuera, como las cebollas: es icono de belleza y
elegancia aún hoy. Hay elegancias que se adquieren, pero la innata sólo la posee una minoría,
y ella era una de estas personas. En cuanto al físico, me parece que fue una
mujer realmente bella, ¿a quién le quedan bien las cejas gruesas? Pues eso.
Fue una artista, le encantaba la danza y el teatro, y así
acabó siendo actriz, lo llevaba en la sangre. Tiene películas inolvidables y
maravillosas como “Vacaciones en Roma”, “Desayuno con diamantes”, “Charada”, y
un largo etcétera.
Fue madre, algo que deseaba con todas sus fuerzas, y por lo
que dejó el cine, ya que era realmente su sueño en la vida, y, al que se
entregó por completo en cuanto tuvo la ocasión. En esto me encanta, no por el hecho de ser madre en sí, sino porque luchó por su sueño y lo consiguió.
Y, finalmente, hizo una gran labor humanitaria con Unicef
hasta el final de su vida que, por desgracia acabó pronto, con 63 años, debido
a un cáncer.
Todo en Audrey me gusta y, cuando vi que en Gossip Girl una
de las protagonistas, Blair Waldorf adoraba igual que yo a Audrey, y había
además escenas de Blair imitando a Audrey en sueños ver aquí escena de Desayuno con diamantes me emocioné de sobremanera. Me pareció un tributo genial.
Para los coleccionistas recomiendo el libro Los tesoros de Audrey Hepburn en el que encontraréis no sólo explicada la vida de Audrey, con fotos a
toda página, sino pequeñas réplicas de recuerdos como cartas, que harán las
delicias del lector. Aquí descubriréis a la
verdadera Audrey, la humana y no sólo la diva, con sus alegrías y sus
tristezas, y os prometo que os enamoraréis, como yo.
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