La gente suele tener mascotas normalitas, que si un perro,
que si un gato, que si un hámster… Pero yo, que tengo una perspectiva distinta
de muchas cosas, no podía tener este tipo de mascota así que, cuando vi en su día que los
erizos de tierra se podían tener como mascotas (ojo revisar qué especies, algunas son ilegales) me inundó una felicidad y una
ansiedad, todo al mismo tiempo, de aquí te espero.
Y mi Bichito es tan mono. Con esa naricita, esos ojillos,
esa manera de andar y un culamen que tiene. Además, los erizos no huelen, ni
hace ruidos desagradables, o sea que no dan por saco. Qué queréis que os diga,
yo hay mascotas que se las regalaría al vecino al segundo día de tenerlas (como
los niños malcriados).
Es ya adulto, como podéis comprobar en los siguientes retratos, Jorge dice que es un
bichayaco, pero pobrecito, que no. En ocasiones me he visto tentada de
llamarlo Bichito Wallace (¡jamás me quitarán la libertaaaaaaaad!). Porque es un
trepador, escapista, e infiltrado, nato. Y cuando se tapa con una toalla o una
camiseta, encuéntralo si puedes.
Os he puesto algunas fotillos, pero no muchas para no hacerme
cansina, espero en un espacio no muy largo de tiempo hacerle un minibook
de modelo gracioso y os contaré algunas de sus andanzas…