Hoy abro otra sección
de mi blog en la que os recomendaré
lecturas desde un punto de vista totalmente subjetivo. Mi propósito es
enganchar a gente a la que la lectura no le atraiga demasiado, y abrir las
puertas a otros como los devora-libros. Nótese que no soy crítica, sólo hablaré de libros que me gusten, todo será positivo pues.
Para empezar mis “Lecturas recomendadas” veremos los cuentos de Charles Perrault, ¿y
quién era este buen hombre? Pues un escritor francés del siglo XVII, autor de
algunos cuentos archiconocidos como Caperucita Roja, o La Bella Durmiente del Bosque.
También tiene otros menos conocidos como Barba Azul.
Ya aconsejaba en mi post “quiero ser una princesa como Audrey” a todos aquellos que han visto las películas
Disney, o que han leído otras versiones, que leyeran las originales, ya que en la mayoría, se acotan las historias
de manera pasmosa, y no tienen nada que ver con la primera versión.
Pensad que los cuentos siempre se han hecho con una intención didáctica, y con moraleja,
porque de ellos se extraen lecciones valiosas para las andanzas en la vida. Bien cierto es que algunas de estas lecciones ya han pasado de moda porque
las formas de pensar, por suerte, han evolucionado. Pero aún así, siempre se
puede extraer algo. Y si no, que se lo digan a Clarissa Pinkola Estés, una “cuentista”, como
ella misma se refiere, de la que os hablaré en otro post, y que hizo un estudio profundo de cuentos como Barba Azul en Mujeres que corren con los lobos.
Debemos tener en cuenta que los relatos de Perrault no están hecho para niños pequeños, gozan de hecho de una madurez que gustará a los adultos, ya que detectaremos ciertas sutiles características como la ironía, o algunas tan universales como el miedo. Sin duda, sus historias son profundas, porque la realidad que subyace detrás sorprende por su obviedad, y Perrault supo transmitir esta realidad disfrazada de cuentos.
Buena lectura, ya me contaréis qué os han parecido.
Debemos tener en cuenta que los relatos de Perrault no están hecho para niños pequeños, gozan de hecho de una madurez que gustará a los adultos, ya que detectaremos ciertas sutiles características como la ironía, o algunas tan universales como el miedo. Sin duda, sus historias son profundas, porque la realidad que subyace detrás sorprende por su obviedad, y Perrault supo transmitir esta realidad disfrazada de cuentos.
Buena lectura, ya me contaréis qué os han parecido.
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