¿Y cuál es tu manía?

En otro capítulo de mi blog, ya hablé del top ten de los miedos genéricos. Me gustaría hacer hoy hincapié en el tema de las manías, seguramente este os parecerá más divertido porque, si bien los miedos están más localizados, y la gente tiene muy pocos, y muy concretos; en cuestión de manías los humanos somos animales de costumbres, suelen ser repetitivas, variadas y además, solemos tener más de una, de dos, y de tres.

Empezaré hablando de las mías para demostraros que soy humana de pies a cabeza. Además, por las opiniones que he podido contrastar, no soy la única que sufre de lo que yo llamo “cuadrismo”, y es que no puedo ver un cuadro torcido. Llegas a una casa, y habrá muchas cosas que admirar pero tu vista se fija en ese cuadro que está un poquito torcido, es como una fuerza de atracción inevitable, más física si cabe, que la gravedad. Notas como tus pies se dirigen irremediablemente hasta él, pero tú no quieres, te resistes. Si es una persona bastante conocida, te acercas en un momento de disimulo y lo corriges, pero si no tienes confianza el sufrimiento es duro, hasta que consigas salir de allí.

Otra de muestra, ¡qué bonitos los cajoncitos cerrados! Cómo me gusta a mí el orden y concierto en casa. Mi chico, le gusta dejarlos abiertos cuando está trasteando algo y no ha acabado. Ejemplo: abre armario, coge la tostadora, y hasta que no se enfría no la vuelve a meter, entonces cierra armario. Si durante este intervalo de tiempo yo entro en la cocina y lo veo, vuelve ese poder de atracción a mis pies y tengo que cerrarlo.

También es cierto que hay que tener un poco de control. Nunca he llegado al punto de levantarme del sofá, o de la cama para cerrar un cajón, ni aun a sabiendas que está abierto.

Este post es sobre todo, porque me encantaría hacer una lista con vuestras manías, para publicar uno en el futuro con vuestros comentarios así que, ¡aquí os espero! Contadme vuestras manías. Soy toda oídos.