sábado, 1 de julio de 2017

Entre violines y festivales

Como veis, me había alienado totalmente del blog, este tiempo lo he invertido en otras actividades artísticas, como la danza y la música. Me he dado cuenta, de que mi vida gira, cada vez más, en torno a la música. O puede que la música ya estuviera ahí, solo que aún no había sido consciente.




Lo que son las cosas del azar: escuchando la discografía de Lady Gaga, descubrí la canción Paparazzi, que me encantó, de ahí pasé a buscar el videoclip en Youtube, y me sorprendí gratamente al descubrir que lo rodó con Aleksander Skarsgård, uno de mis actores favoritos. Luego, salió en la conversación que tuve ayer por la tarde, con unas amigas en un chiringuito de playa. Continuamos el tema musical hablando de cómo me iba con mi violín (¡sorpresa! Sí, llevo un curso de violín), y descubrimos que el color "violín" que te enseñan en las peluquerías no tiene nada que ver con el color real de un violín, cosas extrañas.

Y hoy estaba leyendo un artículo sobre la importancia de tener festivales feministas. Me ha parecido muy interesante porque, aun siendo mujer, a veces no soy plenamente consciente del camino que nos queda por recorrer para llegar a una paridad en todos los ámbitos. En este caso, los festivales de música, que tan de moda están en verano. Os recomiendo que leáis el artículo, es como echarse un jarro de agua bien fría.

Esto me ha hecho analizar los datos en mis clases. Este año me apunté a solfeo y violín. La clase de violín se hace de forma individual, y tengo una profesora. El profesorado de violín, viola y chelo, se compone de tres mujeres y un hombre. 

Después, tengo la clase de solfeo que también la imparte una mujer, de hecho, la mayoría de profesores de solfeo en mi escuela, son mujeres. Sin embargo, entre los alumnos, somos 6 mujeres y 9 hombres, en los inicios, luego hubo alguna baja. 

Por lo que sé, a mi profesora de solfeo, que es pianista, nunca le ha gustado tocar en público. Le inspira la enseñanza, pero pienso, ¿cuántas mujeres han intentado abrirse un camino en el mundo musical, y no lo han conseguido? ¿Todas las personas que se dedican a impartir clases, es puramente vocacional? ¿Qué porcentaje intentó hacer carrera de otra manera?

Yo estoy estudiando música porque quiero saber interpretar una partitura, con violín de momento, y quién sabe si seguiré con algún que otro instrumento. Me conformo en mi propio deleite. Pero, al leer estos artículos, me dan ganas de abrirme un canal de Youtube, y ponerme a tocar el violín (pobres oídos ajenos), aunque solo sea por reivindicar que no somos una minoría en un festival, sino talento, muchas veces por descubrir.  


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